«Con el panorama de hiperconexión digital global es difícil pensar que no tengamos acceso a todo lo que se produce en el mundo, sin embargo, todavía existen barreras… Por gusto personal o certeza de una necesidad, dueños y editores de sellos nacionales han concretado su interés por nutrir las bibliotecas nacionales con textos que acortan brechas geográficas e idiomáticas… Trabajar con escritores extranjeros, sobre todo los ya publicados, supone disponer de planes a largo plazo, ya que, por ejemplo, entran en juego factores como la tramitación de derechos…», escribe Soraya Coñuecar Antilef para la sección de Cultura del diario El Mercurio. En dicha nota también fue entrevistada Paulina Cofré, cofundadora de Vísceras Editorial.
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