María Paz Wallffiguer, traductora de La última de su tribu: «Espero que esta plaquette logre estremecerles»

Una novedad literaria se acerca a Vísceras Editorial: se trata de una antología poética conmemorativa por los 50 años del fallecimiento de la autora austriaca, Christine Lavant (1915 – 1973), hasta ahora inédita en Chile y Latinoamérica.

Ganadora del premio literario más importante de su país, Lavant es una de las poetas austriacas más admiradas del siglo XX. Paulina Cofré, editora de la plaquette que próximamente formará parte de la Colección Sin llave, menciona que es importante rescatar parte de su trabajo poético y difundirlo en el contexto latinoamericano, ya que se trata de un testimonio fundamental de un mundo destruido, considerando no solo el contexto de la segunda guerra mundial en el que se inscribe su escritura, sino también sus propias limitaciones y la pobreza que la circundó.

«Esta compilación de poemas es el resultado de una cuidadosa curaduría y traducción con perspectiva de género, pues su voz demanda ciertos aspectos a los que la mujer era relegada. Su poesía le permitió enfrentarse a la adversidad y esa simetría desde el otro continente impacta en el ejercicio escritural de las mujeres en contextos locales y latinoamericanos», añade la editora.  

Para esta antología, además, se trabajó con María Paz Wallffiguer Mardones, traductora del inglés y alemán al español. Desde pequeña, María Paz mostró un gran interés por los idiomas y la lectura: «Lo que más me gusta de mi trabajo es poder conocer autoras de otros países, sus historias y sus escritos, y tener la posibilidad de compartirlos con más personas», señala.

—¿Cómo fue tu experiencia al colaborar con Vísceras Editorial?

Hasta el momento la experiencia ha sido buena. Cuando Paulina me propuso trabajar en el proyecto de Lavant me pareció una idea genial, porque no son muchas las autoras de habla alemana que se lean hoy en día, mucho menos en poesía. El proceso de traducción ha sido desafiante, principalmente porque no se puede acudir a la escritora misma para hacerle consultas.

—Hablando de la autora, ¿ya la conocías? ¿Qué opinión tienes sobre ella?

Sí, la conocía de una antología que leí sobre autores contemporáneos que comenzaron a publicar después de la Segunda Guerra Mundial. Lo que más me llamó la atención fue su forma de escribir y la cadencia de sus poemas. Luego volví a leerla cuando Paulina me propuso traducir a una poeta de habla alemana y me dije “¿por qué no Lavant?”.

Creo que fue una mujer muy misteriosa y valiente. Por lo que conozco de su historia, su infancia y adolescencia estuvieron marcadas por la pobreza y la enfermedad, tanto así que no pudo terminar bien la escuela; pero hubo personas a su alrededor que cuidaron de ella y reconocieron su talento como escritora, la impulsaron a continuar escribiendo y a superar sus etapas de melancolía y depresión, hasta obtener hoy el grueso de su obra, el que creo irá cobrando mayor relevancia. Ojalá con esta traducción podamos acercar un poco más a Christine Lavant al público de habla hispana y chileno.

—A lo largo de este proceso, has tenido que tomar decisiones importantes con respecto a la traducción. ¿Qué significa traducir con perspectiva de género?

Tal vez no sea un dato muy extendido dentro de la cultura general, pero en nuestra área como traductoras es bastante conocido el hecho de que la traducción ha sido una de las formas en las que, históricamente, las mujeres han podido introducirse en el mundo de la literatura, ya que esta tarea solía asociarse a un trabajo más bien secundario o no tan importante como el de escribir, lo que viene a ser una doble invisibilización (una como mujeres y la segunda como traductoras). Sin embargo, es también gracias a la traducción y a la publicación que se pudieron extender las ideas de los feminismos a otros idiomas y a poner de manifiesto las opresiones del patriarcado sobre las mujeres, en particular desde el punto de vista del lenguaje, desde las palabras, desde el discurso. En español, por ejemplo, siempre se ha hablado de “hombre” como sinónimo de “humanidad”, pero cuando decimos “mujer”, ya no hablamos de “toda la humanidad”.

Es por estos motivos que cuando decimos que esta traducción se ha realizado con una perspectiva de género, nos referimos a que consideramos que las experiencias de las mujeres son tan diversas como mujeres hay en el mundo y que están atravesadas por contextos, situaciones y culturas complejas y diferentes. Y que, desde la perspectiva del español como idioma hacia el que se traduce Lavant, es necesario visibilizar y realzar la presencia de las mujeres en los hablantes líricos de sus poemas, y abogar por un lenguaje que no caiga en un masculino genérico como sinónimo de “humanidad”, todo esto, por supuesto, sin alterar el contenido mismo de los poemas. Me gustaría recalcar que no existe una manipulación de los poemas, sino que una visibilización de las voces de las mujeres dentro de ellos.

—¿Crees que la plaquette le hará justicia a su escritura?

Espero que sí, aunque sea para dar un vistazo de la poesía de Christine Lavant, para presentarla y para dar testimonio de su genialidad, de sus temas aún contingentes y relacionados con las voces que ella considera que son representativas en sus poemas: mujeres e infancias. Espero que esta plaquette sea un medio para que Lavant plasme su voz, sus ideas y sus imágenes en las personas que quieran conocerla, que consiga estremecerles, como lo ha hecho conmigo en estos años.

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