Don Guillermo (1860) es una novela chilena escrita por José Victorino Lastarria. Aunque en esta obra literaria el autor presenta una perspectiva crítica hacia la fusión liberal– conservadora (1858) que se había formado en oposición al gobierno de Manuel Montt, también es muy juicioso con todos los gobiernos que existieron hasta el momento de su publicación.
“A los tontos no hay necesidad de prepararlos, a los egoístas tampoco, a los ignorantes menos, a los palomos basta arrojarles migajas; pero a los que nacen con el espíritu chispeante, es necesario apagárselo, y para ello era un excelente medio el imbuncharlos”, le lee en la novela.
La edición de Narrativa Ghirlanda fue publicada en 2023 por Vísceras Editorial y cuenta con un prólogo de Eduardo Aguayo Rodríguez, doctor en literatura latinoamericana por la Universidad de Concepción y académico de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, quien señala que «Don Guillermo despliega ante sus lectores una alegoría política que en principio oculta, bajo el ropaje de la leyenda y la fantasía, el juicio crítico del autor sobre la sociedad chilena bajo el gobierno conservador».
—¿Cuál es tu opinión acerca de este libro? ¿Crees que las ideas de Lastarria corresponden a su periodo histórico?
Por una parte, creo que un texto siempre es, de una y otra forma, un producto de su época, y en ese sentido, Don Guillermo expresa las aspiraciones y frustraciones de una generación que debió enfrentar un clima político bastante conservador y restrictivo. Por otra parte, siendo la escritura literaria un puente que liga el recuerdo de la tradición con la imaginación de lo porvenir, Don Guillermo ofreció a sus lectores la recuperación de personajes y situaciones legendarias —es decir, pre-modernas— así como la formulación alegórica de una propuesta política progresista y, por lo mismo, enfocada en un futuro.
—¿Y consideras que, a pesar de los años que han pasado, es una historia que se mantiene vigente?
En línea con la anterior respuesta, la vigencia de Don Guillermo se puede verificar por lo menos de dos formas. En primer lugar, desde un aspecto puramente literario, hay cosas que, de tan viejas, resultan novedosas, y en esa línea, la milenaria historia del viaje a los infiernos encuentra siempre un público dispuesto a leerla, en sus múltiples versiones. En segundo lugar, hay una reclamación que se hace al orden social chileno, a sus injusticias, a sus atrasos, a su hipocresía, que resulta especialmente adecuada a nuestro actual clima político, independiente de si consideremos sincera o pertinente la crítica de Lastarria.
—¿A quién recomendarías este libro?
A quienes tengan interés por conocer parte importante de nuestra historia cultural, política y literaria, con la cual de hecho estamos constantemente dialogando, aunque a veces no nos demos cuenta. En ese sentido, es un libro fundamental para quienes se pregunten por lo “auténticamente chileno”.
—A tu parecer, ¿debería formar parte del plan de lectura obligatoria en los colegios?
En general desconfío de las lecturas obligatorias, pero entendiendo que es valioso y necesario contar con un canon literario que nos permita conversar como comunidad lectora sobre lo que hemos sido y aún somos, podría aconsejar leer Don Guillermo en la educación secundaria, quizás no completo, pero sí algunos de sus fragmentos más significativos.
—¿Por qué vale la pena leer Don Guillermo?
Porque es un documento de época que nos habla de nuestras continuidades y rupturas. Es una lectura que nos devuelve una imagen de la nación desde lo más profundo de nuestra historia, y en esa imagen podemos reconocer nuestros anhelos y temores, un ejercicio siempre sano para una comunidad que se percibe en crisis, como la nuestra.
Don Guillermo Livingston, protagonista de esta historia —un emigrante inglés que se radica en el Valparaíso de 1820—, descubre una particular sociedad que busca privarlo de sus sentidos —oír, ver, oler o hablar—, por medio del acto de «imbunchar». Se trata de Espelunco —submundo que nos presenta Lastarria a modo de alegoría de una sociedad chilena de antaño—, donde los monstruos existen y escapar de ellos es el gran desafío, porque viven entre nosotros y también en nosotros. Movido por el pensamiento crítico, Mister Livingston sacará fuerzas para averiguar quién tiene razón o a qué lado está la justicia y así regresar al mundo que conoce. Lo encuentras en nuestra tienda web www.visceraseditorial.com o en nuestras librerías asociadas.